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¿Tienes dolor de espalda habitualmente? 5 consejos.

El dolor de espalda es un síntoma frecuente y que afecta a personas de cualquier edad. El 80 % de la población presentará un dolor de espalda en algún momento de su vida. En numerosas ocasiones son procesos agudos que se resuelven en pocas semanas, pero en otras requieren asistencia médica continuada.

Los síntomas más frecuentes son:

  • Dolor que aumenta al estar sentado o tumbado
  • Dolor irradiado (dependiendo de la zona puede bajar por la pierna, brazo o pecho)
  • Pérdida de movilidad o fuerza
  • Aumento de tensión muscular

A continuación os damos cinco consejos que os podrán ayudar a controlar su dolor.

El reposo absoluto NO ayuda.

Tenemos tendencia a dejar de hacer actividad física y a descansar cuando presentamos algún dolor de origen músculo esquelético, ya sea un esguince, rotura muscular, fractura… En algunas ocasiones nos puede servir, pero no es el caso del dolor de espalda. El movimiento es una de las claves para su recuperación, varios estudios demuestran que la inmovilización y el miedo a moverse puede acabar convirtiéndolo en un problema crónico. Por lo tanto, al inicio de tu dolor, realiza actividad física de bajo impacto (piscina, senderismo, yoga, pilates…).

Cambia de postura habitualmente

Un grupo de personas que sufren más habitualmente dolor de espalda son trabajadores de oficina, los cuales están muchas horas sentados con la misma posición. Lo más probable es que les hayan aconsejado: estar más rectos, subir la silla, pantalla en frente de los ojos… Son consejos útiles si estamos poco tiempo en esta posición, pero si van a ser 8 horas lo que necesita la columna vertebral es hacer cambios de posición de manera habitual. Por lo tanto, te recomiendo que efectúes pequeñas pausas durante tu jornada laboral para ir un momento al lavabo, a beber agua, hagas algún estiramiento o ejercicio y de esta forma le des el movimiento que necesita a tu espalda.

Haz ejercicio

Numerosos estudios sitúan el sedentarismo como la causa principal de dolor de espalda. La no realización de deporte puede comportar atrofia de la musculatura, deshidratación de los discos vertebrales, pérdida de movilidad articular, entre otras consecuencias. Por lo tanto, es de vital importancia hacer ejercicio para disminuir y prevenir a la larga más dolor de espalda. Se recomienda iniciarlo de forma progresiva, supervisado por un profesional del ejercicio o de la salud cualificado.

Buenos hábitos

Una mala alimentación, tabaco, alcohol, no descansar bien, estrés… Son factores que alteran el metabolismo de nuestro organismo, provocando más dolor y alargando el tiempo de recuperación de los tejidos afectados.

Visita a un fisioterapeuta

Acudir a un fisioterapeuta es muy importante para mejorar su dolor. Cada patología y persona es diferente, por lo tanto, cada tratamiento se debe adaptar e individualizar según la necesidad del paciente. En la sesión de fisioterapia se puede detectar el origen del dolor y ayudar a disminuirlo: mejorando la calidad de vida, la movilidad de la espalda, fortalecer la musculatura y mejorar la estabilidad y funcionamiento de la columna vertebral.

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